Problema infernal
Vamos a aligerarnos un poco de los densos contenidos "a lo Ramsey" de los post anteriores. Volveremos a ellos en breve. Les propongo un problema que me he encontrado por la red. Es un buen ejemplo de lo que sucede con juegos infinitos. Me explico:
Cuando tenemos un problema de decisión, lo habitual suele ser que la decisión consista en elegir un elemento entre un conjunto amplio de posibilidades. Para cada elección tengo una valoración, o una función de utilidad que refleja qué me aporta a mí (el elector) dicha decisión. Se trata de maximizar dicha función de utilidad en el caso de que sea un beneficio, o minimizarla en el caso de que se trate de un perjuicio.
Como muchas de las situaciones reales nos van a desembocar en funciones de utilidad que no son expresables por fórmulas sencillas, la tarea de optimización es cualquier cosa menos trivial. Muchas veces debemos acudir a algoritmos de optimización muy sofisticados (algoritmos genéticos, búsquedas tabú, algoritmos EDA, etc, de los que hablaremos en su día). Nada de esto es lo que les propongo hoy.
Veamos un ejemplo de decisión que implica valoraciones infinitas. Les animo a opinar al respecto.
Usted muere, y se presenta en las puertas del infierno. El diablo en persona le explica que puede jugar a cara o cruz la posibilidad de ingresar en el infierno de forma irremediable o salvarse. Además, le da la posibilidad de jugar hoy , mañana o cualquier otro día. Si decide postergar n días el juego, sufrirá n días de tortura infernal, pero podrá lanzar la moneda (n+1) veces (1); y bastará con que acierte una sola para salvarse.
Qué debe hacer usted?
(1) El número de lanzamientos permitidos es (n+1) porque el primer día ya puede lanzar una vez sin tener que esperar nada; lógicamente.
Cuando tenemos un problema de decisión, lo habitual suele ser que la decisión consista en elegir un elemento entre un conjunto amplio de posibilidades. Para cada elección tengo una valoración, o una función de utilidad que refleja qué me aporta a mí (el elector) dicha decisión. Se trata de maximizar dicha función de utilidad en el caso de que sea un beneficio, o minimizarla en el caso de que se trate de un perjuicio.
Como muchas de las situaciones reales nos van a desembocar en funciones de utilidad que no son expresables por fórmulas sencillas, la tarea de optimización es cualquier cosa menos trivial. Muchas veces debemos acudir a algoritmos de optimización muy sofisticados (algoritmos genéticos, búsquedas tabú, algoritmos EDA, etc, de los que hablaremos en su día). Nada de esto es lo que les propongo hoy.
Veamos un ejemplo de decisión que implica valoraciones infinitas. Les animo a opinar al respecto.
Usted muere, y se presenta en las puertas del infierno. El diablo en persona le explica que puede jugar a cara o cruz la posibilidad de ingresar en el infierno de forma irremediable o salvarse. Además, le da la posibilidad de jugar hoy , mañana o cualquier otro día. Si decide postergar n días el juego, sufrirá n días de tortura infernal, pero podrá lanzar la moneda (n+1) veces (1); y bastará con que acierte una sola para salvarse.
Qué debe hacer usted?
(1) El número de lanzamientos permitidos es (n+1) porque el primer día ya puede lanzar una vez sin tener que esperar nada; lógicamente.
12 comentarios
Juan Carlos D -
y en el dia n+1 apostar por el lado de la moneda que tenga menor índice de aciertos de los otros condenados, sean estos por cruz o cara). Arbol de Decisión:
If (Sum.cond.x.cara / n) > 1/2 elegir sello, else elegir cara y luego lanzar la moneda.
Wilmer Pazo -
2.-El diablo de todas maneras me hara que pierda, pues yo ya estoy condenado al infierno.
3.-Y si me esperace n días,sufriría en el infierno,hasta que dicida yo tratar de salir del infierno e igual perdería por que es el juego del diablo.
Andres Fernando -
Entonces vuelvo afirmar que jugaría a la primera y me pondría en las manos de dios en que gane.
Pero es imposible que el diablo te diga eso, en caso te diga eso, siempre vas a perder porque él es tramposo, además si tu has sido bueno Dios no permitiría que fueras al infierno.
Si vas al cielo o al infierno no es cosa de juego.
Rafael -
Pelleringa -
Esperar al segundo tiene un coste: el sufrimiento de un día. Y un beneficio: (evitar) el sufrimiento del resto de días. ¿Cuántos son éstos? Infinitos.
Si esperamos un día más, sólo aumentamos el coste y no el beneficio.
Y, ¿qué pasa con la probabilidad de ganar? Carece de importancia frente al beneficio. Excepto que "apueste" infinitos días de sufrimiento, mi esperanza (probabilidad x ganancia) será siempre infinita.
Entonces yo jugaría gratis el primer día, incluso si cambiamos la moneda por un dado de finitas caras :-)
Goyo -
El umbral de dolor no veo cómo influye, porque supongo que el infierno duele todo el rato igual. Si doliera cada vez más se complicarían las cuentas, claro.
jose -
Yo estoy con pepe, depende del umbral de dolor del muerto ;P
Goyo -
Así que tenemos infinitas posibilidades de actuar pero ninguna de ellas es la mejor de todas. ¿Cómo decidir cuando sabemos que, tomemos la decisión que tomemos, siempre habrá otra mejor?
Por cierto, eso de que siempre es mejor esperar un día más pero esperar indefinidamente es lo peor, ¿no es una especie de w-inconsistencia?
Omar -
pepe -
Habría que añadir una condición en el enunciado, "el condenado puede elegir si se salva con cara o con cruz, DESPUES de elegida la moneda con la que hacer los lanzamientos y antes de realizarlos", ¿se arriesgaría el diablo a emplear una moneda trucada en esas condiciones?
En fin que lo mejor es no jugar con el diablo, porque seguro que si te plantea el juego es porque él lleva las de ganar.
Un saludo
Rimblow -
P.D. Pensamientos de un loco aparte, creo que pepe ha dado en el clavo.
P.D.2. Un saludo a tod@s...
pepe -
Un saludo