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Tio Petros

Einstein, annus mirabilis. Jornada 3 (6)

TERCERA PONENCIA DE LA TARDE


CLIFFORD M. WILL Washington University

¿TENIA RAZON EINSTEIN?

La trascendencia de la teoría de la relatividad ha empujado a algunos autores a manifestar que el mundo moderno empezó el 29 de mayo de 1919, el famoso día del eclipse por medio del cual Sir Arthur Eddington demostró experimentalmetne la validez de (al menos la primera de) las afirmaciones de la Teoría General de la Relatividad.

Sin embargo y a pesar de las impresiones en contra, la teoría entró en declive a una velocidad enorme hasta que volvió a resurgir ya entrada la década de los sesenta del siglo XX por razones que se explican en la propia charla del profesor Will.

Los motivos de dicho declive, prejuicios más bien, son principalmente dos:

1.- La idea de que la teoría es extraordinariametne difícil de entender, propiciada en parte por el propio Eddington al no estar de acuerdo con la afirmación de un periodista de que sólo tres personas entendían dicha teoría. El desacuerdo era no lo exiguo de número, sino la mera existencia de un tercero.

2.- Se pensaba que aparte de unos pocos efectos, la TGR no tenía casi ningún contenido experimental.

Esto hizo que incluso Einstein hiciera desafortunadas (¿Y quizás espurias?) afirmaciones exclamando que si los datos no avalaban su teoría, peor para los datos: la teoría era correcta.

Faltaba un interfaz entre la teoría y los hechos, y este interfaz llegó en los años sesenta en cuatro aspectos de la astronomía:

1.- El descubrimiento de los cuásars (1961)

2.- El descubrimiento de la radiación de fondo de 3 K (1964)

3.- El descubrimiento de los pulsars (1967)

4.- El descubrimietno de los agujeros negros (1971)

Se reescribió la TGR en términos modernos más acordes con la observación. Esto unido a la revolución tecnológica que propición instrumentos de precisión antes impensable produjo la posibilidad de nuevos experimentos para verificar la teoría.

Estos experimentos que testean la TGR se clasifican en cuatro apartados:

1.- Curvatura de la luz en presencia de objetos masivos

2.- Evaluación fina de la precesión real del perihelio de Mercurio

3.- Efecto de arrastre del espacio tiempo por el giro de un objeto masivo.

4.- Efectos gravitatorios.

Un resumen sucinto de los datos aportados por el profesor Wills sobre la precisión alcanzada en las medidas actuales puede ser la siguiente, escrita a vuelapluma y sin la debida fidelidad a la exacta exposición que nos ha brindado tanto en esta exposición como en la de la mañana del día 8 (complementaria a ésta) podría ser más o menos así:

1.- Tests de que la velocidad de la luz es la máxima que puede alcanzar un cuerpo al que se le inyecta energía (INVARIANZA LOCAL DE LORENTZ)):
probado con precisión de diez a la menos 21 (una parte en una miltrillonésima) en 1990, mientras que Michelson y Morley lo consiguieron con una precisión de uno entre mil.

2.- (WEAK PRINCIPE OF EQUIVALENCE) Tests sobre el principio débil de equivalencia; osea: que todos los graves caen con la misma aceleración:
probado experimentalmetne hasta precisión de diez a la menos doce (dos partes en un billon)

3.- Valor unidad del coeficiente gamma de deflexión de la luz en presencia de campos gravitatorios (TGR) Probado por el efecto de retraso de Shapiro (la señal llega más tarde al seguir un camino curvo) con precisión actual de diez a la menos cinco.

4.- Comprobación del efecto arratre de un cuerpo masivo rotatorio en el espacio tiempo: acuerdo absoluto entre observación y teoría, si bien no he recogido la máxima cifra de error.

5.- Precesión del perihelio de mercurio con los datos más modernos de órbitas y masas planetarias y solar, en relación a lo observado: ACUERDO ABSOLUTO, DISCREPANCIA DENTRO DEL ERROR EXPERIMENTAL. Los datos son: Teoría: 42,98 +- 0,04 segundos de arco por siglo, (descontado el efecto conocido de perturbación de otros planetas ). Valor observacional obtenido: 42,98)

6.- Pérdida de energía orbital de pulsars por emisión de ondas gravitacionales: los valores observacionales se ajustan a la curva teórica de tal manera que parece que la curva teórica es el mejor ajuste concebido estadísticamente sobre los puntos observacionales en lugar de ser simplemente eso: una curva predicha por la teoría. (ver ilustración)



Así pues, parece ser que según los datos más recientes y en los márgenes de error instrumental actuales la respuesta a la pregunta que titula la ponencia es afirmativa.

1 comentario

EFE -

Genial el blog, me lo estoy pasando teta con las reseñas de las conferencias a las que estás asistiendo. Mola.

Ah, ya veo que están los textos sin corregir pero, por si acaso, recuerda escribir "K" y no "ºK".

Bye.