España se viste de fiesta
Llega el verano, y llegan las fiestas de los pueblos a España. Con los calores, llega la ignominia, el horror incalificable, lo peor del ser humano reflejado en la tortura y el sufrimiento a los animales.
Legiones de hijos de puta lanzan, lancean, revientan a patadas, queman, hostigan, castran, decapitan y torturan animales en unas fiestas dignas del peor gore.
En Alhaurín El Grande una cuadrilla de malnacidos ha reventado estos días a una indefensa vaquilla a palos ante la mirada atónita del pueblo en el ruedo, ante niños, jóvenes y adultos.
En Galápagos, Guadalajara; persiguen a las reses con vehículos todoterreno campo a través hasta la extenuación. Veamos la siguiente descripción copiada de una página de denuncia:
"Vehículos cuatro por cuatro, motos de cross, quads, cars, tractores, una excavadora tipo bulldozer, coches tuneados como autos locos persiguiendo y acosando al toro. En cuanto el animal se detiene, todos lo cercan, lo encajonan en el laberinto que se ha formado con los coches. El bicho tiene las astas magulladas de tanto rasgar la chapa. Y la gente se sube a los capós o techos, convertidos el día de la fiesta en extraños burladeros. Empieza así el vía crucis: los presentes en el campo dan al animal con varas recias hasta que éstas se parten; lo golpean con banderas; lo lapidan con grandes piedras o latas de cerveza. Y de tantos calambres eléctricos, lo atontan."
La parte de España cutre, pueblerina, bárbara, burra; a bordo de coches tuneados, arremetiendo contra un animal enloquecido de terror, probablemente a ritmo de bakalao.
El final no llegará para el toro hasta horas después, con un par de tiros.
Dos ejemplos bastan, porque la lista es interminable.
¿Qué sucede aquí? Muy sencillo: sucede que se dan en España las condiciones de posibilidad suficientes para que los malnacidos puedan hacer aquello que les gusta. Y eso no puede ser. Porque hijos de puta ha habido, hay y habrá siempre. Hay gente que disfrutaría mucho violando y torturando seres humanos, pero a lo largo de su vida no ve la posibilidad de hacerlo. De pronto; una dictadura, un régimen totalitario se instaura en el poder y todas esas personas pueden ejercer en aquello en lo que disfrutan. Surgen entonces los verdugos, torturadores, interrogadores, cuidadores de campos de concentración, asesinos parapoliciales...
Esos horrores han sucedido, y ya no ocurren en esta parte del mundo de forma generalizada, pero la maldad está siempre ahí, acechando, por doquier. Y parte de la labor de los políticos es empeñarse en que los bellacos, ya que los hay y son legión, al menos no puedan ejercer como tales. Pero en España se dan las condiciones de posibilidad suficientes para el ejercicio del maltrato animal en las fiestas de los pueblos. No solo se dan, sino que a menudo se alimentan desde la política, se subvencionan y se alientan. Y es entonces cuando lo peor de esos infrahombres sale a relucir, derramando su inhumanidad, su indignidad, su bajeza, y su abyección sobre indefensos animales con los que comparten biosfera.
Y la clase política por lo general y con algunas notorias excepciones, silbando mientras miran para otro lado. El voto es el voto, la pela es la pela y el puesto es el puesto.
Sanguinarios, atroces cobardes de mierda.
14 comentarios
Mario Valencia de la Concha -
Daniela -
jose carlos -
jkj -
La raíz ontológica del saber.
Toda la dialéctica de Ibn Rushd va encaminada a justificar la conveniencia, necesidad y excelencia del conocimiento racional y su no discordancia con respecto a la religionsidad. Divide radicalmente a los hombres en función de las diferencias de acceso al saber: los sabios poseen una forma peculiar de conocimiento, el más alto al que puede aspirar el ser humano.
El conocimiento sólo se puede fundar en el principio general de causalidad: suponer la posibilidad de que un suceso se produzca sin causa suficeinte es una impiedad: la esencia divina quedaría disgregada. Los principios de la sabiduría deben quedar basados en verdades capaces de ser comprendidas sin necesidad de una posterior verificación.
Los universales y las causas
La ciencia es el estudio de los universales, que son entes lógicos que peuden predicarse de conjuntos de entes reales. Las cosas concretas son corruptibles y de ellas no hay verdadera ciencia, sin embargo los géneros y especies son formas intelectuales que consideradas universalmente dan origen al saber. El conocimiento no lo adquirimos en acto ni en potencia próxima al acto; sino que lo adquirimos a partir de un preconocimeinto en acto. Dado que los conocimientos pueden ser de dos tipos : conceptos y juicios, los preconocimientos asimismo tendrán esa misma división. Cada uno de ellos puede ser asimismo agente o antecedente. El agente del luicio consiste en las premisas del silogismo, que encierran la conclusión en potencia. El antecedente es el principio del tercio excluso. Para los conceptos el antecedente es la comprensión nominal y el agente es los términos de la definición.
La real existencia de los universales
Rawandi -
Nacho -
Nacho
Rawandi -
Las corridas de toros son barbarie porque constituyen espectáculos públicos basados en la tortura de un mamífero superior. Por eso no tienen cabida en una democracia liberal. Son un residuo abyecto de la España negra.
Javier -
Personalmente, de haber nacido toro y si se me hubiera dado la opción de elegir la raza, habría elegido la de toro de lidia. Para mí las cosas están muy claras en este sentido. Un toro de lidia vive, como poco, dos o tres años, en espacios abiertos, bien alimentado y sin que lo molesten. Un toro de carne, normalmente no llega a vivir un año, estabulado, o semiestabulado, con continuos manejos para hacerlo engordar más y más rápido y sobrealimentado.
Respecto a lo que suelen decir que el torero se expone consciente al peligro, es cierto, pero no por eso dejo de pensar que no está bien dar dinero para que me divierta, si alguien se juega la vida por complacerme. Por eso mismo, tampoco estoy de acuerdo con las carreras de motos o coches, o cualquier espectáculo donde el peligro sea excesivo.
Saludos.
Vaquillo -
Lo que me molesta de anotaciones/comentarios como este es que enseguida sale la comparación con las personas. Es de una trivialidad palurda al nivel de lo que critica, muy disfrazada de sensiblería, eso sí, pero a estas alturas no nos engañan ciertos disfraces.
Es tan palurda esta crítica que uno se encuentra como ante los festejos salvajes que se usa la gente, que si no quieres quedar como un patán, sólo le caben a uno opciones personales. Las mías están claras y las pongo enfrente de lo que has escrito:
1.- He buscado una anotación tan indignada como esta sobre la reciente ley del aborto (incluso sobre la anterior, igual de salvaje en el fondo). Según esta ley, dados ciertos supuestos, puedes abortar fetos perfectamente viables (entre otras cosas horrorosas, pero me basta esta). Me gustaría que se me discutiera que un feto viable no es persona, pero como no se me puede discutir eso, está muy claro que con el amparo de LA LEY se puede matar a personas bajo ciertos supuestos. ¿No te resulta indignante?
2.- Yo me lo paso pipa comiéndome un filete. Me da satisfacción algo que pasa por la muerte del animal, horrorosa, como toda muerte y fácilmente comprobable con el modero youtube. Entonces, me acuerdo de los caníbales, esa gentuza que, en ciertas dictaduras (las hay, vaya que las hay) sacan satisfacción en el consumo de la carne de la gente (a la que matan). Naturalmente, el argumento es estúpido ¿o no? ¿o tú no comes carne o nunca cuando comes te acuerdas de los caníbales? La maldad acecha en un filete... y la maldad está en ti cuando te lo comes.
3.- La clase política te está mirando a ti y a ver si le sale a cuenta prohibir algo a ciertas personas por el hecho de que a ti no te gusta. Ya lo han hecho con los toros en Cataluña. Una colección de personas que se creen moralmente superiores a los demás estiman que hay que prohibir ciertas conductas a la gente, como la de ir a ver los toros. La conducta de ir a los toros no hace daño a esos que la quieren prohibir, pero el acto es inmoral e "¡imagínate que son personas!". Pero es una conducta que involucra a animales, que NO son personas.
De nuevo, con los toros y lo que propones en el fondo de prohibir esos festejos, el mal está en el disfrute de la gente de ESA manera, pero no DE OTRA, como la de comerse un filete a pesar de que es una conducta animal, como se puede comprobar viendo cualquier documental sobre depredadores. La civilización consiste, por lo visto, en prohibir lo que, aunque no te perjudique, odias de los demás.
Un ladrillo más contra nuestras libertades y no se diga que no se ha avisado.
4.- Los comentarios, como siempre pasa en casos de hipocresía galopante y fascismo solapado, superan la entrada. ¿Pues no ha tachado de asesinos a los tíos de las vaquillas? ¿No nos han dejado claro lo inmoral que es divertirse de ciertas maneras? De nuevo me acuerdo del filete de ternera, ese ser asimilado a una persona.
Shismarg -
Jose A -
Suscribo todos y cada uno de los calificativos dedicados a esos miserables.
Salamandra -
Agustín Morales -
Herido está de muerte el pueblo que con sangre se divierte.
Un saludo.
Agustín M.
Dem -
En fin, malditos sean. Amén.