Existe una corriente de pensamiento que, naciendo en las ciencias sociales, pretende cuestionar el método científico y defiende que la ciencia no es sino una construcción social.
Desde aquí se defiende que la ciencia es tarea de Hombres, y por lo tanto tiene una dimensión social incuestionable; tanto a la ida (parte de la sociedad) como a la vuelta (devuelve sus frutos a la sociedad de la que partió).
La sociología de la ciencia no es cuestión baladí, y merece el estudio atento que muchos sociólogos e historiadores de la ciencia le han prestado y le siguen prestando; pero reducir la investigación científica y su corpus teórico a un mero consenso social es una payasada.
Es en Francia donde el postmodernismo comenzó a germinar con mayor fuerza, en el mismo gran país que nos dio a todos los ideales de la Ilustración (ironías de la historia). Una de las características más claras de este movimiento es común a los movimientos paranormales: utilizan el lenguaje de la ciencia para revestir de credibilidad sus textos, carentes de todo sentido por otro lado. Sin embargo, estos tienen la posibilidad de publicar sus estupideces en revistas científicas y tienen su sede en universidades; no en clubs de chalados.
El tema está muy manido, y no quisiera repetir lo que está en mil lugares de la web. Tan sólo me permitiré citar varias frases que ejemplifican muy bien este movimiento.
Comenzamos por
Luce Irigaray, feminista postmoderna francesa:
La ecuación E = mc2, ¿es sexuada? Puede que sí. Supongamos que lo es en la medida en que privilegia la velocidad de la luz frente a otras que nos son menos necesarias Seguimos con
Jacques Lacan...este diagrama [la cinta de Möbius] puede ser considerado la base de una suerte de inscripción esencial en el origen, en el nudo que constituye el sujeto. Esto va mucho más allá de lo que Uds. pueden pensar al principio, porque Uds. pueden buscar alguna suerte de superficie capaz de recibir tales inscripciones. Pueden tal vez, ver que la esfera, ese viejo símbolo de totalidad, no es adecuada. Un toro, una botella de Klein, una superficie cortada al través, son capaces de recibir tal corte. Y esta diversidad es muy importante ya que explica muchas cosas acerca de la estructura de la enfermedad mental. Si uno puede simbolizar el sujeto con este corte fundamental, de la misma manera uno puede mostrar que un corte en un toro corresponde a un sujeto neurótico, y en una superficie al través a otro tipo de enfermedad mental. Ahora es
Althusser quien nos explica, por si no nos habíamos dado cuenta en la cita anterior:
Lacan finalmente le brinda al pensamiento de Freud los conceptos científicos que éste requiereComo para apoyar la opinión de
Althusser,
Lacan comenta en otra ocasión:
El Organo Eréctil y La Raíz Cuadrada de Menos 1: Así, calculando esa significación según el álgebra que utilizamos, a saber: S (significante) sobre s (significado) = S (el enunciado). Con S=1, tenemos s = Raíz Cuadrada de menos 1. Es así como el órgano eréctil viene a simbolizar el lugar del goce. No en cuanto él mismo, ni siquiera en cuanto a imagen, sino en cuanto parte faltante de la imagen deseada: por eso es igualable a Raíz Cuadrada de menos 1.Jean Braudillard no quiere perderse el festín, por lo que apunta:
En el espacio euclidiano de la historia, el camino más rápido de un punto a otro es la línea recta, la del progreso y la democracia. Pero esto no es válido nada más que para el espacio lineal de las luces. En el nuestro, el espacio no-euclidiano del fin de siglo, una curva maléfica desvía invenciblemente todas las trayectorias. Ligada sin dudas a la esfericidad del tiempo (visible al horizonte del fin de siglo como aquella de la tierra al horizonte del fin de la jornada) o a la sutil distorsión del campo de gravedad.Y para terminar de deleitarles, otra cita de
Luce Irigaray :
El privilegio de la mecánica de sólidos sobre la de fluidos, y las dificultades de la ciencia con el flujo turbulento, se debe a la asociación de los fluidos con lo femenino. Mientras los hombres tienen órganos sexuales protuberantes que se ponen rígidos, las mujeres tienen aberturas que liberan sangre menstrual y fluido vaginal. Aunque los hombres en ocasiones también fluyen al expeler semen esto no se enfatiza. Es la rigidez del órgano masculino lo que cuenta, no su complicidad con el fluir. Estas idealizaciones se reinscriben en las matemáticas, que conciben los fluidos como planos laminares y otras formas sólidas modificadas. Así como las mujeres en las teorías y el lenguaje masculino existen sólo como no-hombres, los fluidos han sido erradicados de la ciencia, existiendo sólo como no-sólidos. Desde esta perspectiva, no es raro que la ciencia no haya sido capaz de construir un modelo exitoso de la turbulencia ¿Para qué seguir? Podría hablarles de la topología diferencial en el psicoanálisis (Lacan otra vez), o de la teoría de nudos aplicada a la psicología; pero creo que basta lo dicho.
Como decía la canción :
A veces, hasta sobran las palabras...