La Pasión de Cristo y la varianza escéptica.
No sé yo si este post va a ser afortunado...
En el fondo, es una queja.
Uno tiene sus querencias (que no creencias), que como muchas cosas en la vida no son del todo racionales. Algo así como ser de derechas o de izquierdas. Una cosa es que se pueda racionalizar hasta cierto punto; pero el motivo profundo por el cual uno se decantó en su momento por una determinada quiralidad política se mantiene, creo yo, en el ámbito de lo nebuloso: una determinada consideración estética, una amistad, ¿qué se yo?
Pues bien: una de mis querencias es el paseo diario por los blogs de corte escéptico. El motivo es claro: me adhiero con vehemencia al aroma escéptico que rezuman sitios como Por la boca muere el pez, magonia, clio o tantos otros. El movimiento escéptico modernamente considerado poco o nada tiene que ver con lo que se ha considerado escepticismo filosófico: la creencia en la imposibilidad de acceso al conocimiento por parte del ser humano. Esta imposibilidad epistemológica es la que favorece el relativismo postmoderno, que no es del agrado de quien esto escribe, como intenté dejar patente en algún post.
El escepticismo del que hablamos es algo muy diferente: se trata de la presunción de que el universo es cognoscible, y la creencia de que el método científico es el camino correcto para ello. Habrán advertido la maldad de la negrita en dos palabras de la frase anterior. En todo caso, esta creencia y esta presunción serían las mínimas posibles para no caer en otras mucho más grandes.Hecha esta aclaración, y aumentando el ámbito de lo permisible a métodos ad hoc para diversas disciplinas que no admiten el método científico puro y duro (estoy pensando en la historiografía modernamente considerada, por ejemplo), creo que queda claro a qué escepticismo nos referimos.
Pues bien. Dado el universo de los blogs denominados escépticos, uno esperaría que la diversidad fuera la norma, y no la uniformidad; que el pensamiento único brillara por su ausencia y que el panorama escéptico ofreciera un magma de ideas diferentes con unas ciertamente imprescindibles ideas generales comunes, pero nada más. Y no es así. Y de eso me quejo.
En este estado de cosas, era perfectamente previsible que se tratara la película de Mel Gibson sobre la pasión de Cristo de forma monocolor, con una aquiescencia absoluta revoloteando sobre varios tópicos:
1.- La exhibición del dolor en estado puro vista como un exceso casi pornográfico.
2.- Apelaciones a la ideología integrista de Mel Gibson.
3.- Acusaciones de antisemitismo.
A decir verdad, no sería yo capaz de desmontar convenientemente ninguno de estos puntos, los tres tendrán sus posibles defensas y objeciones pero díganme por favor: porqué creen ustedes que nadie se sale del guión preescrito? Nadie ha visto ningún valor positivo en esta película? No les parece que realmente hay un consenso respecto a lo que se considera de buen tono escéptico y lo que no?
La peli del Gibson era realmente la excusa para el post; lo que me importa es lo siguiente: hoy en día está demasiado claro para mi gusto, con ciertas excepciones, qué se puede esperar que salga de la pluma de un escéptico. Hay un consenso tan grande que me parece algo huele a rancio... y lo digo con dolor.
La estadística me enseña que la varianza añade riqueza a las poblaciones, y que la diversidad es más divertida que la monotonía del pensamiento único.
Pues eso era todo: echo de menos un incremento de la varianza en las opiniones escépticas en los blogs y en los artículos que, si visito a diario es por el gran aprecio y estima en que los tengo.
En el fondo, es una queja.
Uno tiene sus querencias (que no creencias), que como muchas cosas en la vida no son del todo racionales. Algo así como ser de derechas o de izquierdas. Una cosa es que se pueda racionalizar hasta cierto punto; pero el motivo profundo por el cual uno se decantó en su momento por una determinada quiralidad política se mantiene, creo yo, en el ámbito de lo nebuloso: una determinada consideración estética, una amistad, ¿qué se yo?
Pues bien: una de mis querencias es el paseo diario por los blogs de corte escéptico. El motivo es claro: me adhiero con vehemencia al aroma escéptico que rezuman sitios como Por la boca muere el pez, magonia, clio o tantos otros. El movimiento escéptico modernamente considerado poco o nada tiene que ver con lo que se ha considerado escepticismo filosófico: la creencia en la imposibilidad de acceso al conocimiento por parte del ser humano. Esta imposibilidad epistemológica es la que favorece el relativismo postmoderno, que no es del agrado de quien esto escribe, como intenté dejar patente en algún post.
El escepticismo del que hablamos es algo muy diferente: se trata de la presunción de que el universo es cognoscible, y la creencia de que el método científico es el camino correcto para ello. Habrán advertido la maldad de la negrita en dos palabras de la frase anterior. En todo caso, esta creencia y esta presunción serían las mínimas posibles para no caer en otras mucho más grandes.Hecha esta aclaración, y aumentando el ámbito de lo permisible a métodos ad hoc para diversas disciplinas que no admiten el método científico puro y duro (estoy pensando en la historiografía modernamente considerada, por ejemplo), creo que queda claro a qué escepticismo nos referimos.
Pues bien. Dado el universo de los blogs denominados escépticos, uno esperaría que la diversidad fuera la norma, y no la uniformidad; que el pensamiento único brillara por su ausencia y que el panorama escéptico ofreciera un magma de ideas diferentes con unas ciertamente imprescindibles ideas generales comunes, pero nada más. Y no es así. Y de eso me quejo.
En este estado de cosas, era perfectamente previsible que se tratara la película de Mel Gibson sobre la pasión de Cristo de forma monocolor, con una aquiescencia absoluta revoloteando sobre varios tópicos:
1.- La exhibición del dolor en estado puro vista como un exceso casi pornográfico.
2.- Apelaciones a la ideología integrista de Mel Gibson.
3.- Acusaciones de antisemitismo.
A decir verdad, no sería yo capaz de desmontar convenientemente ninguno de estos puntos, los tres tendrán sus posibles defensas y objeciones pero díganme por favor: porqué creen ustedes que nadie se sale del guión preescrito? Nadie ha visto ningún valor positivo en esta película? No les parece que realmente hay un consenso respecto a lo que se considera de buen tono escéptico y lo que no?
La peli del Gibson era realmente la excusa para el post; lo que me importa es lo siguiente: hoy en día está demasiado claro para mi gusto, con ciertas excepciones, qué se puede esperar que salga de la pluma de un escéptico. Hay un consenso tan grande que me parece algo huele a rancio... y lo digo con dolor.
La estadística me enseña que la varianza añade riqueza a las poblaciones, y que la diversidad es más divertida que la monotonía del pensamiento único.
Pues eso era todo: echo de menos un incremento de la varianza en las opiniones escépticas en los blogs y en los artículos que, si visito a diario es por el gran aprecio y estima en que los tengo.
20 comentarios
Carlos -
Un poco tarde para opinar, pero he de decir que el comentario me parece muy apropiado.
Soy lector ocasional de las bitacoras escépticas a las que voy accediendo a través de los enlaces existentes (navegando en la red sin necesidad de google) y ya había notado ese "tufillo a rancio" que se comenta. En cierta forma existe un pensamiento único, cuando lo que debiera existir es un "método único": el método científico.
Así tras un razonamiento correcto ante un problema propuesto las conclusiones serán siempre coincidentes. Sin embargo hay otros temas que no son científicos sino formales en los que lo lógico (y deseable) sería la disparidad.
Lo contrario, la asunción de esos "mandamientos de cofradía" que comenta otro lector llevaría a repetir hechos de nuesta historia reciente en el que grandes personajes permanecen en el olvido por no haber comulgado con el pensamiento único que "el mundo de la cultura" imponía: no estás con nosotros, entonces no existes para nosotros. Toda la intelectualidad está aquí, luego si tu no estás no eres un intelectual como nosotros.
Como se dice, malo para los independientes que al final recibirá por todos los lados.
Manu -
Has tocado un tema que ulimamente me preocupa mucho, y que incluso me asusta,
que es el de el integrismo exceptico.
Yo que me considero un execptico básico, por mi incapacidad emocional para
la fe, y mi necesidad de comprender, a veces creo percibir detras de actitudes
aparentremente excepticas un especie de fe ciega en la ortodoxia academica,
una actitud algo asi como: "lo que los libros escritos por el sistema educativo dicen
que es cierto, es cierto y debe ser defendido, y quien lo desconozca o lo cuestione
es un ignorante, lo que yo he aprendido con tanto esfuerzo es la verdad, y asi se
me debe reconocer."
No se si esto es excepticismo o una fe sustituta, muy facil de atacar por los magufos
que son muy habiles al recordar las veces que lo que era cierto en ciencia paso a ser
falso y al reves.
Tio Johnny -
no escapan ni siquiera los que alardean de objetividad.
Tio Johnny -
mocambo -
mocambo -
Ctugha -
Y sobre varianza en el escepticismo... tenemos suerte de que haya alguna varianza en las temáticas escépticas con los pocos escépticos que hay como para encima tener escépticos en desacuerdo :D
Por cierto, ¿no había desacuerdos con la participación de Javier Armentia en El Castillo? Puede que la mayor varianza esté en cómo tiene que promocionarse el pensamiento crítico más que en cuáles son los contenidos de éste...
Tio Petros -
dob -
http://dobroide.blog-city.com
(Perdona la autopromoción Tio Petros)
jose -
Yo en verdad no entiendo el post. No veo qué tiene que ver que uno sea más escéptico o más crédulo con sus gustos. Es como decir: "a los escépticos no les gusta el rock ni la dieta mediterránea" o algo así.
¿Quizás el tamaño de la muestra sea demasiado pequeño? :P
willy -
Tio Petros -
Podemos aunar el rigor más absoluto en las cuestiones verificables con la mayor diversidad de opiniones, gustos y pareceres en cuestiones artísticas, sociales, religiosas o simplemente opinables. No me gustaría que la comunidad escéptica fuera monolítica en ningún aspecto más allá de lo realmente contrastable. Lógicamente, esto último es muy fácil de tergiversar por los amigos del relativismo cultural...pero sabemos que hay muchas cosas que no son opinables, que la ciencia no es democrática, que las opiniones son como los culos : cada uno tiene el suyo...
PD. La varianza sobre las opiniones de la película de Gibson las mediremos en "puntos cuadrados", haciendo una encuesta en la que podremos dar puntuación del 0 al 10 a la misma :-) Tienes razón: se trata de una metáfora, que como decía Dawkins es un procedimiento peligroso de hablar...
dob -
Aplicando este modelo sobre la génesis de la varianza a la (supuestamente) homogénea opinión de los escépticos sobre la película de Mel Gibson tendremos que:
a) la forma de pensar sobre la película carece de input de variación (como los cristales de sal, la gente escéptica estaría siguiendo "leyes", aunque no sean físicas sino mentales.
Y b) el que piensa de otra manera es socialmente disuadido de expresarse (obviamente no quiero decir que lo apedreen, sino que manifestarse de forma distinta a la tendencia dominante tiene cierto coste)
Acabo el rollo con un comentario malvado. Tio Petros, como sabes la Varianza tiene unidades. Si medimos alturas de personas, la varianza se mide en metros cuadrados. Si pesamos peras, sus unidades seran gramos cuadrados, etc. Ahora bien, en qué se miden las opiniones sobre la pelicula de Mel Gibson? Esa varianza que defines como "baja", qué unidades tiene?
¿Puede medirse la opinión? Creo que no. Probablemente todo esto no es más que... una metáfora :-))
dob -
Hay dos caminos, no mutuamente excluyentes, por los que una población puede mostrar varianza depauperada (baja heterogeneidad interna):
1) Existe un proceso de seleccion estabilizadora. Es decir, lo diferente es eliminado. Sería el tipico caso de los objetos fabricados en una cadena de montaje: el que sale diferente no sirve, se le desecha. La seleccion estabilizadora es muy frecuente en los procesos en que interviene el hombre (formas de vestir dominantes, modas en la música, cortes de pelo, productos industriales, razas de animales domesticos, etc). En la naturaleza la seleccion estabilizadora no es tan frecuente, aunque tambien existe, mientras que en el entorno de lo humano es la forma HABITUAL de conducirse. ¿Por qué? Quién sabe... Personalmente opino que tiene que ver con el rechazo a lo imprevisible, a lo caótico. Pero vete a saber.
2) El segundo camino para llegar una poblacion depauperada es que no haya input de variación. La población está por tanto "congelada". Por ejemplo, una población de cristales de sal muestra nula variación en la forma de cristalizar: lógico, todos siguen las mismas leyes fisicas.
La distinción de estos dos caminos es artificiosa, la empleo solo para facilitar la comprensión. En realidad, en casi todos los casos interesantes para nosotros los caminos 1) y 2) ocurren simultaneamente. Por ejemplo: la raza de perros "Beagle", o cualquier otra, ha sido "purgada", limpiada de variación indeseable por los criadores de perros (e.g., "este chucho tiene las orejas demasiado cortas, no lo dejaré criar": camino 1), y solo queda el imput de varianza debido a mutaciones (camino 2). El cual imput es *extraordinariamente* escaso. Resultado: los Beagles son todos iguales, tienen varianza mínima para cualquier carácter que elijamos.
dob -
Dices: >La estadística me enseña que la varianza añade riqueza a las poblaciones, y que la diversidad es más divertida que la monotonía del pensamiento único.
A ver, no es que la varianza añada riqueza, es que ES la riqueza. Y el tema no es que "resulte entretenida o divertida", sino que denota complejidad y por tanto (esto es muy importante) GARANTIZA ESTABILIDAD. Sería largo de explicar, pero resumiendo: si un estado de la materia - o de la opinión, en este caso - se vuelve monolítico, está expuesto a cambios drásticos y catastróficos porque no hay posibilidad de sustitución gradual por alternativas viables. En definitiva, una perdida de diversidad acarrea riesgo de inestabilidad. Pero ¿cómo se llega a esa situación de riesgo?
Ant -
dorfun -
Luis Alfonso -
Tio Petros -
Víctor R. Ruiz -