Humildad
Cuando titulé TioPetros este blog, lo hice por la figura de Petros Papachristos , protagonista de la novela El tío Petros y la conjetura de Goldbach . No sé yo si ésta es una gran novela, pero no me cabe duda que refleja perfectamente la figura patética del enamorado no correspondido, cuyo objeto de amor es la matemática.
La mayor parte de los enamorados de la matemática (no profesionales) somos como el tío Petros: amantes no correspondidos. Cuando hacemos algún "descubrimiento" es para terminar encontrando que otro lo descubrió hace dos milenios y medio.
No obstante, así es la vida.
Acabo de encontrar una cita muy ilustrativa a este respecto:
Las buenas matemáticas son hechas por muy poca gente (150, a lo más, en el siglo XX). Hay un puñado de "líderes". Las buenas orientaciones son las dadas por estas personas. Ejemplos: Riemann, Elie Cartan, Siegel; siete u ocho en total en el siglo XVIII; treinta en el XIX; uno por año en el XX. Una teoría noble es una teoría considerada buena por estos matemáticos; la opinión de los otros no tiene importancia.
¿Qué deben hacer los demás? Deben continuar; tratar de avanzar por los nuevos caminos desbrozados por los "genios", tener una cierta humildad delante de estos; es una característica esencial de un hombre de ciencia. Los genios van adelante respecto a su época. A quienes los siguen compete un cometido nada despreciable: desempeñar el papel de cajas de resonancia. Los "seguidores" deben tratar de explicar, de vulgarizar lo que los líderes no se han tomado la pena de desarrollar. Este oficio de continuador no tiene nada de deshonroso. Se emplearon cien años para penetrar en el pensamiento de Riemann y esto hizo progresar muchísimo el conocimiento matemático. Se enriqueció al mismo tiempo dicho pensamiento y se le dieron bases sólidas
Es tan patente el inmenso poder de ciertas mentes que a un matemático, o a un amante de la matemática no le suele costar ningún esfuerzo reconocerse a años luz de ellos.
Algo así le sucedía a Laplace, que no era ningún segundón, cuando exclamaba:
Leed a Euler, leed a Euler; él es el maestro de todos nosotros
Cuando seguimos una demostración, o aprehendemos un concepto, los amantes no correspondidos disfrutamos de un pálido reflejo de lo que significa (de lo que debe significar) rozar el cielo con el poder de la mente y asistir en primera persona a un logro de los grandes.
Wiles lo relata muy bien al respecto del momento en el que descubrió el camino hacia la demostración del último teorema de Fermat :
Era un lunes por la mañana, 19 de septiembre [de 1.994]. Estaba tratando de convencerme a mí mismo de que no podría lograrlo, mientras miraba exactamente el problema, cuando repentinamente, en forma totalmente inesperada, tuve esta increíble revelación. Me di cuenta de que lo que me tenía bloqueado era exactamente lo que resolvería el problema que había surgido en mi intento con la teoría de Iwasawa tres años antes. Fue el momento más importante de mi carrera. Era tan indescriptiblemente hermoso, tan simple y tan elegante. No podía creerlo y así permanecí por veinte minutos. Luego, durante el día, caminé por el apartamento. Regresé una y otra vez a mi escritorio para ver si aún estaba allí. Aún estaba allí.
La mayor parte de los enamorados de la matemática (no profesionales) somos como el tío Petros: amantes no correspondidos. Cuando hacemos algún "descubrimiento" es para terminar encontrando que otro lo descubrió hace dos milenios y medio.
No obstante, así es la vida.
Acabo de encontrar una cita muy ilustrativa a este respecto:
Las buenas matemáticas son hechas por muy poca gente (150, a lo más, en el siglo XX). Hay un puñado de "líderes". Las buenas orientaciones son las dadas por estas personas. Ejemplos: Riemann, Elie Cartan, Siegel; siete u ocho en total en el siglo XVIII; treinta en el XIX; uno por año en el XX. Una teoría noble es una teoría considerada buena por estos matemáticos; la opinión de los otros no tiene importancia.
¿Qué deben hacer los demás? Deben continuar; tratar de avanzar por los nuevos caminos desbrozados por los "genios", tener una cierta humildad delante de estos; es una característica esencial de un hombre de ciencia. Los genios van adelante respecto a su época. A quienes los siguen compete un cometido nada despreciable: desempeñar el papel de cajas de resonancia. Los "seguidores" deben tratar de explicar, de vulgarizar lo que los líderes no se han tomado la pena de desarrollar. Este oficio de continuador no tiene nada de deshonroso. Se emplearon cien años para penetrar en el pensamiento de Riemann y esto hizo progresar muchísimo el conocimiento matemático. Se enriqueció al mismo tiempo dicho pensamiento y se le dieron bases sólidas
Es tan patente el inmenso poder de ciertas mentes que a un matemático, o a un amante de la matemática no le suele costar ningún esfuerzo reconocerse a años luz de ellos.
Algo así le sucedía a Laplace, que no era ningún segundón, cuando exclamaba:
Leed a Euler, leed a Euler; él es el maestro de todos nosotros
Cuando seguimos una demostración, o aprehendemos un concepto, los amantes no correspondidos disfrutamos de un pálido reflejo de lo que significa (de lo que debe significar) rozar el cielo con el poder de la mente y asistir en primera persona a un logro de los grandes.
Wiles lo relata muy bien al respecto del momento en el que descubrió el camino hacia la demostración del último teorema de Fermat :
Era un lunes por la mañana, 19 de septiembre [de 1.994]. Estaba tratando de convencerme a mí mismo de que no podría lograrlo, mientras miraba exactamente el problema, cuando repentinamente, en forma totalmente inesperada, tuve esta increíble revelación. Me di cuenta de que lo que me tenía bloqueado era exactamente lo que resolvería el problema que había surgido en mi intento con la teoría de Iwasawa tres años antes. Fue el momento más importante de mi carrera. Era tan indescriptiblemente hermoso, tan simple y tan elegante. No podía creerlo y así permanecí por veinte minutos. Luego, durante el día, caminé por el apartamento. Regresé una y otra vez a mi escritorio para ver si aún estaba allí. Aún estaba allí.
7 comentarios
joes -
karla -
Anónimo -
Gracias por ofrecernos una pagina tan buena aunque hace poco que la conozco.
maria elena -
Perogru-yo -
PD: Existirán los clones meméticos?
Crystal -
dorfun -