Un lamento arquimediano en el ciberdesierto.
Siendo yo un niño, murió un vecino muy mayor al que mis padres tenían mucho cariño. Los familiares, muy lejanos ellos; dispusieron de sus escasas pertenencias, y tan sólo quedó un baúl en el trastero, que era común a las tres viviendas de la casa, así que consideré que su interior me pertenecía.
El baúl contenía encuadernados los treinta primeros números del ABC, un libro de sonetos de Gracilaso y Juan de Mena editado en Salamanca en el siglo XVIII, y otro libro.
El título del otro libro era: La Nueva mecánica celeste y resolución irrefutable a la cuadratura del círculo . Autor: Justo Mintegui. Editado hacia el año 1.930 por la editorial Itxaropena en Zarauz, Guipúzcoa.
Atesoro los tres libros, pero para mí el del bueno de Justo Mintegui es un incunable. Ni que decir tiene que todo lo que allí está escrito es de una estupidez tan sólo comparable con la arrogancia del autor. Tan sólo el paso del tiempo me ayuda a ver con cierta y nostálgica benevolencia al infausto autor. ¿Quién sería? ¿Existirán descendientes suyos que puedan leer esto?
Habla el hombre de lo divino y lo humano, demostrando la imposibilidad de los viajes a la luna, demostrando que la evolución es falsa, que pi vale exactamente 3,15 y otras lindezas, de las cuales destaco un cuadro en el que aparecen diversos tipos humanos, (raza europea en lugar destacado), y un epígrafe en el que pone que no ha querido incluir más variantes degradadas de la humanidad tales como esquimales.
Pero no es esto de lo que quiero hablar, sino de los filtros que tuvo que pasar el libro para llegar a mis manos. En aquella época, supongo que sólo la vehemencia incuestionable de un autor sería capaz de vencer las trabas para ver su libelo publicado. Serían unos pocos ejemplares, y al no tener ningún valor real, habrían desaparecido darwinianamente de la circulación la mayor parte.
En las épocas que yo sí he conocido, se podía leer incautamente cualquier barbaridad creyendo cierta, pero había pistas para quien las quería usar: no creer nada publicado por Planeta Agostini ni de la editorial EDAF,... ya me entienden, cosas así. Los autores también daban una pista muy fácil de seguir algunas veces: si un libro estaba escrito, pongamos por ejemplo por el Doctor Jiménez del Oso, y otro por el Doctor Vallejo Nájera; era fácil saber que al primero no se le podía dar credibilidad alguna y al segundo sí.
Con esto quiero decir lo siguiente: para tener indicios de que lo que lee es creíble, o al menos interesante; la información que debía poseer el lector a priori era mucho menor que la información que deseaba encontrar y que de hecho encontraba en el libro.
Hoy la situación ha cambiado. Tenemos acceso a prácticamente toda la información, y como dijimos en el artículo sobre la expansión decimal de pi, toda la información se parece a ninguna información. Puedo encontrar demostraciones en la web de la imposibilidad de la cuadratura del círculo, así como mil demostraciones de la cuadratura del círculo; encuentro tantas páginas creacionistas como evolucionistas. No hay filtro alguno que favorezca las informaciones más contrastadas. Además, generalmente las contribuciones son anónimas; tanto las geniales como las espantosas.... en suma: debo saber a priori cada vez más de todo para tener un criterio que me diga lo que es válido.
Estamos llegando a la situación paradójica en la que mis conocimientos previos deben ser comparables en complejidad a los conocimientos que estoy buscando, para poder tener un criterio de selección.
Recordarán si me leyeron que para dar mi número de teléfono podía hacer, entre otras, dos cosas: darlo directamente o dar el puesto en el que se encuentra dentro de pi. Para ambas posibilidades necesito las mismas cifras, luego pi no me sirve para nada.Yo no quiero que la web sea como el desarrollo decimal de pi. Dadme un criterio en que apoyarme y me moveré por el cibermundo.
El baúl contenía encuadernados los treinta primeros números del ABC, un libro de sonetos de Gracilaso y Juan de Mena editado en Salamanca en el siglo XVIII, y otro libro.
El título del otro libro era: La Nueva mecánica celeste y resolución irrefutable a la cuadratura del círculo . Autor: Justo Mintegui. Editado hacia el año 1.930 por la editorial Itxaropena en Zarauz, Guipúzcoa.
Atesoro los tres libros, pero para mí el del bueno de Justo Mintegui es un incunable. Ni que decir tiene que todo lo que allí está escrito es de una estupidez tan sólo comparable con la arrogancia del autor. Tan sólo el paso del tiempo me ayuda a ver con cierta y nostálgica benevolencia al infausto autor. ¿Quién sería? ¿Existirán descendientes suyos que puedan leer esto?
Habla el hombre de lo divino y lo humano, demostrando la imposibilidad de los viajes a la luna, demostrando que la evolución es falsa, que pi vale exactamente 3,15 y otras lindezas, de las cuales destaco un cuadro en el que aparecen diversos tipos humanos, (raza europea en lugar destacado), y un epígrafe en el que pone que no ha querido incluir más variantes degradadas de la humanidad tales como esquimales.
Pero no es esto de lo que quiero hablar, sino de los filtros que tuvo que pasar el libro para llegar a mis manos. En aquella época, supongo que sólo la vehemencia incuestionable de un autor sería capaz de vencer las trabas para ver su libelo publicado. Serían unos pocos ejemplares, y al no tener ningún valor real, habrían desaparecido darwinianamente de la circulación la mayor parte.
En las épocas que yo sí he conocido, se podía leer incautamente cualquier barbaridad creyendo cierta, pero había pistas para quien las quería usar: no creer nada publicado por Planeta Agostini ni de la editorial EDAF,... ya me entienden, cosas así. Los autores también daban una pista muy fácil de seguir algunas veces: si un libro estaba escrito, pongamos por ejemplo por el Doctor Jiménez del Oso, y otro por el Doctor Vallejo Nájera; era fácil saber que al primero no se le podía dar credibilidad alguna y al segundo sí.
Con esto quiero decir lo siguiente: para tener indicios de que lo que lee es creíble, o al menos interesante; la información que debía poseer el lector a priori era mucho menor que la información que deseaba encontrar y que de hecho encontraba en el libro.
Hoy la situación ha cambiado. Tenemos acceso a prácticamente toda la información, y como dijimos en el artículo sobre la expansión decimal de pi, toda la información se parece a ninguna información. Puedo encontrar demostraciones en la web de la imposibilidad de la cuadratura del círculo, así como mil demostraciones de la cuadratura del círculo; encuentro tantas páginas creacionistas como evolucionistas. No hay filtro alguno que favorezca las informaciones más contrastadas. Además, generalmente las contribuciones son anónimas; tanto las geniales como las espantosas.... en suma: debo saber a priori cada vez más de todo para tener un criterio que me diga lo que es válido.
Estamos llegando a la situación paradójica en la que mis conocimientos previos deben ser comparables en complejidad a los conocimientos que estoy buscando, para poder tener un criterio de selección.
Recordarán si me leyeron que para dar mi número de teléfono podía hacer, entre otras, dos cosas: darlo directamente o dar el puesto en el que se encuentra dentro de pi. Para ambas posibilidades necesito las mismas cifras, luego pi no me sirve para nada.Yo no quiero que la web sea como el desarrollo decimal de pi. Dadme un criterio en que apoyarme y me moveré por el cibermundo.
5 comentarios
J Mintegi -
Era hermano de mi abuelo.
marian -
Chewie -
Tio Petros -
nodie -
Una vez, en clase, el profesor se puso a escribir el análisis de una algoritmo en clase, calculando su complejidad. En el momento de seguir con los cálculos se dio la vuelta y preguntó si estaba bien lo que había hecho. Nadie contestó, todo el mundo estaba en otra cosa, así que dijo que lo votásemos. Se votó y resulto que la mayoría, una enorme mayoría, votó por la opción incorrecta. No sé quien dijo que el hombre era un animal inteligente, pero la masa de hombres es un animal irracional, tosco y bruto al que no se puede convencer.
Ese es mi mayor miedo con la web, que la "hermosa mayoría democrática" se comience a aplicar a cosas como la ciencia o las matemáticas. Cuanto mayor es la web, menos nivel veo en quienes la visitan. Es algo increible, pero siempre que pienso en ésto me imagino a Gutenberg imprimiendo su primera biblia y diciendo "todo el mundo la querrá leer, el mundo entero será evangelizado gracias a la imprenta", pero claro, ahora tenemos todos los libros que queramos y la enorme mayoría no lee, bueno si "lee", lee chorradas. Seguro que se venden más libros sobre ovnis y atlantes que sobre ecuaciones diferenciales.
El filtro es 0, y no hay donde fijarse. Pero también observo un fenómeno: los blogs. Los blog suponen un filtro porque suelen congregar a comunidades que saben lo que van a leer y conocen "íntimamente" al autor porque pueden seguir su historial.
No hace demasiado vi un documental de la BBC en el que salía uno de los Monty Python. Al final del mismo el Monty Python decía que los ordenadores no son como las personas, que necesitamos el contacto con las personas, tratar con personas y conocerlas. Eso son los blogs, no como los portales (¡como los odio!) que son realmente creados por máquinas. Espero que los blogs supongan la creación de una "web humana". De hecho leo blogs españoles, ingleses o mejicanos.